Siempre que exista cierto volumen de agua contenido en un estanque o receptáculo, es necesario instalar un sistema de filtración o tratamiento de agua, que asegure en todas las estaciones del año las óptimas propiedades del agua.

La instalación de filtros en las fuentes ornamentales es imprescindible, y en el caso de las fuentes transitables esta necesidad todavía es mayor. El agua muchas veces entra en contacto directo con las personas, se trata por tanto de un aspecto fundamental a la hora de diseñar este tipo de instalaciones.

Sistema de filtración o depuración del agua

Existen diferentes sistemas de depuración del agua, pero todos se basan en el mismo principio de funcionamiento, muy sencillo en todos los casos: el proceso empieza en aspirar cierto caudal de agua en un punto del estanque, mediante una bomba sumergible o bien desde una toma de fondo conectada con una bomba seca a través de una tubería, y hacer pasar ese caudal por un filtro que puede ser de arena (típico en la filtración de las piscinas) o biológico (de esponjas), tipo “Filtoclear”, que incorporan una lámpara ultravioleta para la desinfección del agua, especialmente frente a patógenos, legionella… Una vez que el agua ha pasado por el filtro, es devuelta al estanque mediante una tubería de retorno, produciéndose este aporte, en la medida de lo posible, en el punto más extremo o alejado respecto al punto de aspiración antes mencionado.

Sistema de filtrado en fuentes transitables

Normalmente en las instalaciones de fuentes, ornamentales, transitables o de cualquier otro tipo, se emplea un criterio de dimensionamiento de equipos de filtración similar al que se emplea en los filtros para piscinas, de forma que se asegure la renovación del agua (una recirculación completa) en unas 6-8 horas.

Adicionalmente al sistema básico de filtración, consistente en bomba y filtro, se pueden implementar diferentes elementos para potenciar la depuración y desinfección del agua, como son dosificadores de cloro (manuales o automáticos, con control de pH), aporte de productos químicos tales como antialgas, etc, mediante las correspondientes bombas dosificadoras y depósitos, instalación de lámparas UV, tipo “Clarificador Bitron C”, etc.

Estos últimos equipos, clarificadores o esterilizadores ultravioleta son de vital importancia. La potencia de la lámpara se calcula en función del caudal de filtración y se coloca en by-pass en la tubería de retorno de agua filtrada. De esta manera, se permite su eventual desinstalación para tareas de mantenimiento o limpieza, como puede ser la sustitución de la lámpara, y que el sistema de filtración pueda seguir efectuándose hasta que vuelva a colocarse el equipo UV.

La cloración del agua

Otro aspecto esencial en los sistemas de tratamiento de agua de las fuentes transitables, y de cualquier otro tipo de fuente, es la cloración del agua. Como ya se ha dicho anteriormente, el aporte de cloro puede realizarse manual o de forma automática. En el primer caso, se implementa en la instalación un depósito de pastillas de cloro desde el que directamente se dosifica en producto en disolución. Por su lado, el sistema de aporte automático es más cómodo pero a la vez algo más complejo, ya que se gobiernan desde un panel de control de pH el cual analiza las propiedades del agua y envía una señal que actúa sobre una bomba dosificadora que se encarga de aportar la dosis adecuada de producto (ácido), evitando así la hipercloración del estanque, algo que resulta altamente dañino para los materiales metálicos instalados dentro del agua, tales como toberas, focos o bombas.